El primer semestre de 2025 dejó una radiografía inquietante del escenario delictual en Chile. De acuerdo con los datos publicados por la División de Estudios y Evaluación de la Fiscalía Nacional, los ingresos de delitos al Ministerio Público aumentaron un 19,6% en comparación con el mismo periodo del año anterior, lo que equivale a 156.610 casos adicionales.
El crecimiento no fue homogéneo y mostró variaciones significativas entre categorías, evidenciando fenómenos emergentes, cambios en la forma de operar de bandas y un aumento sostenido de delitos asociados a fraudes digitales y normativa especial.
1. Aumento explosivo en delitos de leyes especiales
El apartado más llamativo del informe corresponde a los delitos contemplados en leyes especiales, que experimentaron un alza de 383,2%, lo que se traduce en más de 141 mil casos adicionales.
Detrás de este salto se encuentran dos fenómenos:
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el uso fraudulento de tarjetas o claves bancarias,
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las estafas y engaños cometidos contra particulares.
Ambos delitos ya habían mostrado señales de crecimiento en años anteriores, pero su consolidación en 2025 confirma que el fraude digital se ha convertido en una de las principales amenazas en Chile, algo que también se observa en análisis vinculados a la seguridad doméstica, como Cámaras para casa | Guía esencial de seguridad 2025, donde se advierte que la protección del hogar ya no solo depende de alarmas, sino también de cómo los datos personales son resguardados.
2. Categorías con incrementos menos visibles, pero preocupantes
El ítem “otros delitos” también registró un alza importante de 24,7%. Las cifras revelan dos tendencias particulares:
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el porte de dispositivos de comunicación dentro de recintos penitenciarios, con un aumento de 177,4%,
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las denuncias por abandono y maltrato animal, que crecieron un 31,1%.
Aunque estos indicadores no suelen estar en el centro del debate público, su presencia refleja falencias estructurales en supervisión, bienestar animal y control penitenciario.
3. El 68% de los casos ingresa con imputado desconocido
Un dato que llama especialmente la atención es que dos de cada tres causas se registran sin imputado identificado.
La Fiscalía atribuye parte de este fenómeno a la expansión de delitos digitales —que dificultan rastrear responsables—, pero también a problemáticas de registración y a la calidad de la denuncia inicial.
Este punto guarda relación con episodios registrados en algunas comunas del país, como se describió en Robos nocturnos en Conchalí | Cómo la mala iluminación facilita el delito, donde la falta de cámaras funcionales, iluminación adecuada y registro de ingresos nocturnos condiciona la posibilidad de identificar sospechosos.
La inseguridad no siempre surge por el delito mismo, sino porque el entorno permite que ocurra sin ser observado.
4. ¿Qué delitos disminuyeron en 2025?
No todo fue al alza. El balance del Ministerio Público muestra retrocesos en algunos delitos tradicionales:
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los delitos contra la libertad e intimidad bajaron 1,1%,
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los delitos contra la propiedad descendieron 1,9%,
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y los robos disminuyeron 1,3%.
El “robo con intimidación” registró una de las caídas más significativas, con un retroceso del 14%.
También bajaron las lesiones leves (–4,1%) y el fraude en transacciones electrónicas contemplado en la Ley 20.009, que mostró una abrupta disminución del 97%.
5. Homicidios: leve variación, pero con cambios internos importantes
Los casos de homicidios ingresados tuvieron un aumento marginal de 1,2%.
Sin embargo, al mirar dentro de la categoría aparecen cambios relevantes:
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los delitos de auxilio al suicidio crecieron 106%,
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los parricidios aumentaron un 37%.
En contraste, los homicidios calificados y simples mostraron descensos.
La Fiscalía advierte que estos datos deben interpretarse con cautela debido a una limitación metodológica: el sistema SAF que registra los ingresos no permite distinguir entre delitos consumados, frustrados o tentados.
Por ello, la cifra oficial de homicidios consumados se obtiene desde el Observatorio de Homicidios de la Subsecretaría de Prevención del Delito.
6. La lectura territorial: delitos distintos, vulnerabilidades similares
A pesar de que el informe del Ministerio Público se centra en cifras nacionales, el análisis confirma un patrón que se repite en distintos territorios: la seguridad se deteriora cuando el entorno carece de sistemas de prevención, ya sea por falta de iluminación, cámaras obsoletas, debilidad en portones o fallas estructurales del hogar.
Por ejemplo, estudios como Terremotos en Chile | Fallas domésticas que causan más accidentes según SENAPRED muestran que, incluso en catástrofes naturales, los hogares son vulnerables principalmente por deficiencias internas: muebles sin fijar, instalaciones eléctricas antiguas o falta de sistemas de alerta.
El paralelismo es evidente:
un entorno inseguro —por delito o desastre natural— se comporta igual cuando no existen barreras preventivas.
7. El rol de la tecnología preventiva: una mirada actual
En un contexto donde el delito crece de forma acelerada en áreas digitales y físicas, la tecnología preventiva se vuelve un actor clave.
Empresas como Federal Smart han potenciado soluciones de monitoreo, alarmas inteligentes y sistemas de registro que permiten anticipar riesgos, no solo frente a intrusiones, sino también ante emergencias como incendios, cortes eléctricos o movimientos telúricos.
La tendencia global es clara:
la seguridad moderna ya no depende solo de reaccionar, sino de anticipar.
Conclusión
El aumento del 19,6% en los delitos registrados por el Ministerio Público en 2025 no es solo un dato estadístico: es una señal de alerta sobre un país que enfrenta transformaciones profundas en la forma de delinquir y en la capacidad institucional para responder.
Mientras delitos tradicionales disminuyen, los digitales y los vinculados a normativas especiales se disparan, dejando en evidencia la necesidad de fortalecer prevención, registro y protección tecnológica en el hogar y en el espacio público.
La seguridad no es solo un problema policial: es un proceso que empieza en la casa, continúa en la comunidad y requiere herramientas eficaces para anticipar riesgos en todas sus formas.
