Cuando contratamos un sistema de alarmas, solemos pensar en sensores de movimiento, cámaras de seguridad o una sirena que asusta a cualquiera que intente entrar. Pero hay un detalle que no aparece en los catálogos y que, en realidad, hace toda la diferencia: el ejecutivo asignado.
Ese nombre que aparece en tu celular cuando algo pasa no es una máquina ni un robot. Es una persona que sabe quién eres, que recuerda cómo es tu casa o negocio y que te habla con calma en medio del caos. Su rol es darte atención personalizada las 24 horas, los 7 días de la semana. Y créeme, cuando te toca vivir un momento difícil, esa voz al otro lado de la línea se convierte en tu mejor aliada.
El valor humano detrás de la seguridad
Los avances tecnológicos son increíbles: SmartControl te deja encender y apagar la alarma desde el celular, Smartview 360 te muestra cada rincón de tu casa en tiempo real, y el monitoreo 24/7 nunca descansa. Pero, seamos sinceros, en una situación de miedo o incertidumbre, lo que más tranquiliza es hablar con una persona.
Ese es el papel del ejecutivo asignado:
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El que te llama a las 3 de la mañana si se activa la alarma.
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El que no te trata como un número, sino como “Don Juan, el vecino que tiene un perro que a veces hace saltar el sensor”.
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El que sabe qué hacer mientras tú estás nervioso y no piensas con claridad.
En un mundo donde casi todo se automatiza, tener a alguien que te atiende de forma directa y humana marca una diferencia enorme.
¿Qué hace realmente un ejecutivo asignado?
Voy a contarte una historia realista. Imagina que sales de vacaciones con tu familia. Estás disfrutando en la playa cuando de pronto recibes una alerta: tu alarma detectó movimiento en la entrada. El corazón se te acelera, no sabes si correr al auto, llamar a un vecino o marcar al 133.
Pero antes de que el miedo te gane, entra la llamada: tu ejecutivo asignado.
—“Hola, soy Carolina de seguridad. Detectamos un movimiento en tu casa. Ya revisamos las cámaras, parece que fue un intento de forzar la reja, pero no lograron entrar. Ya despachamos una patrulla para asegurarnos. Quédate tranquilo, yo te aviso cuando esté todo resuelto”.
Ese es el trabajo del ejecutivo:
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Verificar lo que está pasando.
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Llamarte con información clara.
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Coordinar ayuda inmediata.
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Mantenerse contigo hasta que todo esté bajo control.
Y lo más importante: transmitirte calma.
Atención personalizada 24/7: un respiro de confianza
Las emergencias nunca tienen horario. A veces ocurren cuando estás en pijama, cuando sales tarde de la oficina o justo un domingo de descanso. Y ahí, de nuevo, aparece el valor de contar con un ejecutivo asignado.
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Si la alarma suena mientras duermes, él está despierto para encargarse.
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Si viajas al extranjero, él vigila tu casa como si fuera propia.
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Si ocurre un incendio en tu cocina, él coordina con bomberos antes de que te des cuenta del desastre.
Ese acompañamiento constante es lo que convierte a un sistema de alarmas en algo más que tecnología: lo convierte en un servicio humano.
El puente entre tú y la tecnología
A muchas personas les encantan las apps y lo digital, pero no todos disfrutan configurar sensores o entender notificaciones enredadas. Tu ejecutivo asignado es como ese amigo que “sabe de tecnología” y siempre está dispuesto a explicarte con paciencia.
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Te enseña a usar SmartControl paso a paso.
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Te llama para recordarte que actives la alarma si se te olvidó.
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Te da consejos para mejorar la seguridad de tu casa o negocio.
De esta manera, la tecnología no te abruma: se adapta a ti gracias a la guía de alguien que sabe cómo usas tu sistema día a día.
Historias que muestran su importancia
Nada humaniza más que ejemplos concretos.
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María, madre en Ñuñoa: un día su hijo abrió la ventana y activó el sensor. Ella entró en pánico, pero su ejecutivo asignado la llamó con calma, le explicó qué había pasado y verificó que no había peligro. “Sentí que alguien me sostenía la mano en medio del susto”, cuenta.
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Felipe, empresario en Vitacura: durante un viaje de negocios recibió la llamada de su ejecutivo por un intento de robo en su oficina. Mientras él estaba a miles de kilómetros, su ejecutivo gestionó todo: policía, cerrajero y seguridad adicional.
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Claudia, dueña de un local en Recoleta: una noche olvidó activar la alarma. Su ejecutivo le escribió un mensaje para recordarle y ella pudo hacerlo desde la app. “Me sentí cuidada, como si fuera alguien de mi equipo”, recuerda.
El aliado de los negocios
Cuando se trata de alarmas para negocio, la figura del ejecutivo se vuelve aún más crucial. En un local o empresa no solo se trata de cuidar objetos de valor, también está en juego la continuidad del trabajo y la confianza de los clientes.
El ejecutivo asignado en estos casos se transforma en un verdadero gestor de seguridad:
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Mantiene comunicación con tu personal.
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Te entrega reportes sobre incidentes y mejoras.
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Coordina protocolos en caso de incendio o intrusión.
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Se adelanta a posibles riesgos, porque entiende cómo funciona tu empresa.
En un negocio, no tener esa guía personalizada puede significar pérdidas millonarias.
El lado emocional que casi nunca se menciona
La seguridad no solo se mide en cámaras, sensores o protocolos. También se mide en cómo te sientes. Y en momentos de miedo o incertidumbre, lo más valioso es tener una voz conocida que te diga: “tranquilo, yo me ocupo”.
El ejecutivo asignado no solo responde técnicamente:
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Te da calma cuando ocurre un robo.
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Te guía en medio del caos de un incendio.
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Te recuerda que no estás solo en situaciones críticas.
Ese valor emocional es, muchas veces, lo que más agradecen las familias y los dueños de negocios.
Conclusión: un servicio con rostro humano
Los sistemas de alarmas cada día son más inteligentes, pero sin un ejecutivo asignado, siguen siendo máquinas. Él o ella es la pieza que convierte un conjunto de sensores en un servicio completo.
Es la persona que conoce tu caso, que responde a cualquier hora y que te acompaña con empatía en los momentos más difíciles. Es el puente entre la tecnología y tu tranquilidad.
Al final, un ejecutivo asignado no es un lujo. Es esa garantía de que, pase lo que pase, siempre habrá alguien cuidando de ti, de tu familia y de tu negocio. Y esa, sin duda, es la verdadera seguridad: la que combina innovación con un rostro humano disponible 24/7.