Chile es uno de los países con mayor riesgo sísmico y tsunamigénico del mundo. Por eso, cada año, SENAPRED ejecuta simulacros masivos en ciudades costeras para evaluar la capacidad de reacción de la población.
Aunque miles de personas participan, todavía existe una gran duda colectiva: ¿qué ocurre realmente durante un simulacro y qué se espera que haga la comunidad?
Este tipo de ejercicios se vuelve especialmente importante en un escenario donde los riesgos cotidianos también aumentan. Basta revisar fenómenos recientes como el alza documentada en Robos de autos en Santiago 2025: las comunas con más portonazos o los problemas de convivencia descritos en Comercio ambulante en Estación Central: impacto en la seguridad de casas 2025 para entender que la gestión de emergencias y la seguridad preventiva hoy actúan como un solo sistema.
1. ¿Qué activa realmente un simulacro de tsunami?
SENAPRED coordina estos ejercicios como si se tratara de un evento real. El proceso inicia con una simulación de sismo mayor a magnitud 7.5 en las placas que bordean la costa. El Centro Sismológico Nacional emite la premisa inicial, y desde allí se activa el circuito institucional:
Paso a paso del protocolo SENAPRED
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Evaluación técnica inmediata: se modela el potencial tsunami con software especializado.
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Confirmación preliminar de amenaza: si el movimiento “calza” con parámetros de un posible tsunami, se pasa al siguiente nivel.
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Coordinación con SHOA: el Servicio Hidrográfico y Oceanográfico de la Armada valida la amenaza.
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Activación del sistema SAE: el Sistema de Alerta de Emergencias envía la notificación a celulares en zonas costeras.
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Inicio del simulacro oficial: municipios, colegios, edificios y comercios ejecutan sus protocolos de evacuación.
SENAPRED recalca que el tiempo promedio entre el "sismo inicial" y la emisión del SAE es de 8 a 12 minutos, dependiendo del escenario.
2. Qué debe hacer la comunidad cuando suena el SAE
La alerta SAE es el “disparo de salida” del simulacro. Y aunque muchas personas solo leen el mensaje, el protocolo contempla acciones claras:
Acciones obligatorias de la comunidad
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Evacuar inmediatamente hacia zonas seguras y puntos de encuentro.
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Evitar usar vehículos, ya que generan atochamientos.
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Seguir señaléticas oficiales e ignorar rutas improvisadas.
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Guiar a niños, adultos mayores y personas con discapacidad.
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No correr hacia la playa, incluso si el sismo no se sintió.
En condominios, el rol de la organización interna es fundamental. Aquí es donde se cruzan aprendizajes de otras áreas: decisiones improvisadas en emergencias tienden a replicar los mismos errores detectados en Alarma con cámara | Guía completa de doble protección 2025, donde la falta de protocolos dentro del hogar deriva en riesgos innecesarios.
3. ¿Qué ocurre dentro de un edificio o condominio durante un simulacro?
Los edificios y condominios costeros tienen obligaciones normativas que no siempre se cumplen. Durante un simulacro, SENAPRED verifica tres puntos claves:
a) Corte preventivo de energía y gas
Para evitar cortocircuitos o fugas en caso real.
b) Bloqueo de ascensores
La norma exige que queden inhabilitados durante la evacuación.
c) Apertura de vías de escape peatonales
Incluye portones, cierres y accesos secundarios.
La coordinación entre residentes, administración y personal de turno es crítica. En algunos casos, fallas de organización se asemejan a los escenarios observados en delitos urbanos: por ejemplo, el caos generado en zonas densificadas como Estación Central, donde el flujo de personas sin registro —analizado en profundidad en Comercio ambulante en Estación Central: impacto en la seguridad de casas 2025— permite que desconocidos transiten sin control.
En una emergencia, esa falta de estructura puede costar minutos clave.
4. ¿Qué hacen colegios, liceos y universidades?
Los establecimientos educacionales tienen protocolos estrictos:
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Formación en filas.
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Evacuación con docentes asignados por curso.
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Recuento final en zona segura.
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Prohibición de recoger a los niños durante el simulacro.
SENAPRED evalúa especialmente la velocidad de respuesta. El promedio nacional está entre 4 y 7 minutos, dependiendo del tamaño del establecimiento.
5. ¿Qué ocurre en zonas comerciales y de alta concurrencia?
Los malls, supermercados, ferias, galerías y comercio formal deben:
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Detener la atención.
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Abrir salidas de emergencia.
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Guiar a clientes hacia rutas oficiales.
El comercio ambulante no suele participar en estos ejercicios, lo que genera desorden y puntos de congestión. En sectores con alta presencia informal, como en Estación Central o algunas zonas del litoral central en verano, SENAPRED identifica riesgo adicional por acumulación de personas.
6. Tecnología doméstica y reacción temprana: un aliado subestimado
Muchos hogares costeros han comenzado a incorporar tecnologías para reaccionar más rápido. Cámaras de seguridad con detección de movimiento, alarmas que notifican al celular o sistemas automáticos de iluminación son útiles para:
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Monitorear si la casa quedó vacía.
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Confirmar que los residentes salieron.
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Registrar cualquier actividad inusual antes o después del simulacro.
Aquí Federal Smart aparece como protagonista: sus soluciones de cámaras con alertas en tiempo real permiten que una familia sepa si todos evacuaron correctamente, o si hay actividad extraña posterior al ejercicio.
Las experiencias compartidas por usuarios también muestran cómo estas herramientas ayudan en otros contextos, como revisar lo que ocurre durante salidas prolongadas en verano, una temática analizada previamente en Robos en vacaciones 2025: por qué aumentan cuando las casas quedan vacías.
De manera secundaria, Federal Access se integra cuando los condominios necesitan liberar portones o activar accesos peatonales rápidamente, y Federal Seguridad en casos donde la evacuación requiere apoyo humano en turnos nocturnos o fines de semana.
7. ¿Qué evalúa SENAPRED después del simulacro?
Una vez finalizado el ejercicio, los organismos revisan:
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Tiempos de evacuación.
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Funcionamiento del SAE.
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Estado de las rutas de evacuación.
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Participación comunitaria.
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Fallas de coordinación interna.
En algunos municipios costeros, SENAPRED ha identificado problemas recurrentes: vecinos que usan autos, rutas bloqueadas por comercio improvisado y edificios que no abren accesos alternativos.
Conclusión
Los simulacros de tsunami no son un trámite: son el único ensayo a gran escala que permite identificar fallas antes de que ocurra una emergencia real. En un país donde los riesgos naturales conviven con riesgos urbanos —delitos, portonazos, comercio informal—, la preparación comunitaria se vuelve una necesidad vital.
Mientras las instituciones ajustan protocolos y las ciudades intentan ordenar sus zonas críticas, la seguridad familiar depende de planificación, tecnología y acción coordinada.
Y en ese escenario, soluciones como las de Federal Smart, junto a apoyos puntuales de Federal Access y Federal Seguridad, pueden marcar la diferencia entre un barrio confundido y una comunidad preparada.
