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Imagina que compras un celular de segunda mano por redes sociales, a un precio muy bajo o que adquieres repuestos para tu auto en un taller informal. Lo que no siempre se tiene en cuenta es que esos productos pueden ser robados.  

Cada año, miles de personas en Chile son detenidas por receptación, muchas veces sin saber que estaban cometiendo un delito. Y las penas son más severas de lo que muchos imaginan. Según datos de la PDI y de La Tercera, los casos de receptación vinculados a robo de vehículos, celulares, herramientas e incluso bicicletas han aumentado de forma sostenida en la última década. 

Por eso, si alguna vez te has preguntado qué es exactamente la receptación, qué penas arriesgan quienes la cometen y cómo evitar caer en este delito, en este artículo te lo explico con detalle. La información te puede evitar más de un problema. 

¿Por qué es importante conocer las penas por receptación en Chile? 

Muchos chilenos desconocen que comprar productos robados, aunque sea sin violencia y de forma “inocente”, es un delito. Y un delito con penas efectivas. 

Conocer las penas es fundamental porque: 

  • Te protege como consumidor: no caerás en compras riesgosas. 
  • Te permite reconocer situaciones irregulares: precios demasiado bajos, productos sin boleta, vendedores anónimos. 
  • Evita problemas legales graves: hay personas que han terminado con antecedentes penales por receptación. 
  • Fomenta un mercado más seguro: si los consumidores evitan productos robados, se reduce la demanda. 

Por eso es importante que más personas conozcan la legislación vigente. 

¿Qué se entiende por receptación según la legislación chilena? 

La receptación está tipificada en el artículo 456 bis A del Código Penal chileno. Se entiende como: 

“El que conociendo su origen o no pudiendo menos que conocerlo, tenga en su poder, compre, venda, transporte o comercialice cosas provenientes de un delito.” 

En otras palabras: si compras, recibes o vendes algo que proviene de un robo, y las circunstancias hacen que debiste sospechar de su origen, estás cometiendo receptación. 

No es necesario que participes en el robo, ni que conozcas al delincuente. Basta con que el objeto venga de un delito y que las condiciones hagan evidente que no es lícito. 

Ejemplos típicos: 

  • Comprar un celular robado en redes sociales. 
  • Vender por partes un vehículo robado. 
  • Transportar herramientas que sabes que son robadas. 
  • Adquirir relojes de lujo sin comprobante de origen. 

Incluso si pagas un precio bajo “sin hacer preguntas”, puedes ser acusado. 

Diferencias entre receptación y otros delitos relacionados con el robo 

Es importante distinguir entre receptación y otros delitos como: 

  • Robo: es la acción de sustraer la cosa. El que roba directamente el auto, la moto o la bicicleta. 
  • Hurto: es sustraer sin violencia ni intimidación, por ejemplo, sacar un celular del bolsillo de alguien. 
  • Receptación: es recibir o comerciar lo robado, sin haber participado en el robo mismo. 

La receptación tiene su propia pena, porque contribuye a la cadena del delito: si nadie compra productos robados, los robos bajan. Por eso el legislador la sanciona de forma especial. 

¿Qué agravantes pueden aumentar las penas por receptación? 

No todas las receptaciones se castigan igual. Hay circunstancias que agravan el delito: 

  • Receptación habitual: cuando alguien hace de esto un negocio. 
  • Receptación de vehículos motorizados: tiene penas más altas. 
  • Receptación en grupo o asociación: bandas dedicadas a revender productos robados. 
  • Receptación de especies de alto valor: arte, joyas, tecnología de última generación. 
  • Antecedentes penales del imputado: si ya tenía condenas por delitos similares. 

Cuando se da alguna de estas condiciones, los jueces imponen penas más severas, incluso sin posibilidad de pena remitida. 

¿Cuáles son las penas efectivas por el delito de receptación en Chile? 

Este es el punto que más interesa a quienes buscan en internet “penas por receptación”. 

Según el Código Penal, las penas básicas son: 

  • Receptación simple: presidio menor en su grado medio (541 días a 3 años). 
  • Receptación de vehículo motorizado: presidio menor en su grado máximo (3 años y un día a 5 años). 
  • Receptación habitual: presidio menor en su grado máximo o presidio mayor en su grado mínimo (de 5 años y un día a 10 años). 

Además: 

  • La ley prohíbe aplicar ciertas penas sustitutivas en casos graves. 
  • El juez puede imponer penas accesorias: inhabilitación profesional, multas, comiso de los bienes involucrados. 

Es decir, sí es posible terminar en la cárcel por receptación, sobre todo en casos de autos o de bandas organizadas. Y muchas personas, por desconocimiento, han terminado con antecedentes penales que les afectan el resto de la vida. 

¿Cómo actúan las policías en la investigación de casos de receptación? 

Hoy en día, la PDI y Carabineros de Chile tienen unidades especializadas en receptación. Su forma de actuar: 

  • Trabajo de inteligencia en redes sociales y sitios de compraventa. 
  • Análisis de patrones en ventas sospechosas (productos nuevos a precios irrisorios). 
  • Operativos encubiertos: simulación de compras para atrapar a receptadores. 
  • Redadas en talleres informales, desarmadurías o ferias libres. 
  • Rastreo de celulares robados a través de IMEI. 

Gracias a estas técnicas, hoy muchos casos de receptación terminan con personas formalizadas y con condenas efectivas. 

Impacto del delito de receptación en la seguridad ciudadana 

¿Por qué es tan grave la receptación? Porque es un “delito bisagra”: 

  • Fomenta otros delitos: si los ladrones saben que hay mercado, seguirán robando. 
  • Daña la confianza: cuando la gente compra celulares robados, no hay incentivos para reducir el robo de celulares. 
  • Afecta la economía: perjudica a comercios formales. 

Incrementa la inseguridad en barrios y ciudades. 

Según el Observatorio de Seguridad Pública, en Chile el delito de receptación es uno de los más vinculados al crimen organizado. Combatirlo ayuda a reducir otras formas de delincuencia. 

Recomendaciones para evitar involucrarse en casos de receptación 

¿Cómo protegerte de caer, aunque sea sin querer, en este delito? Aquí algunas recomendaciones: 

  1. Compra siempre en lugares formales. 
  2. Desconfía de precios muy bajos para autos, celulares, herramientas. 
  3. Exige boleta o factura. 
  4. Verifica el número de serie de los productos. 
  5. Si compras un auto, revisa en el Registro de Vehículos Robados. 
  6. Denuncia si te ofrecen productos que sospechas son robados. 
  7. No compres en la calle o en redes sociales sin verificar la identidad del vendedor. 

Recuerda: si por ahorrar unos pesos compras productos robados, arriesgas cárcel y antecedentes. No vale la pena. 

La mejor defensa es la prevención: informarte, comprar en comercios formales, exigir comprobantes y no caer en el mercado negro. 

Si quieres saber más sobre cómo protegerte o proteger tu empresa frente a la receptación, o cómo implementar sistemas de seguridad más efectivos, te invitamos a contactarnos. 

Al final de esta página encontrarás un formulario de contacto. Completa tus datos y uno de nuestros expertos en seguridad te asesorará para que tú, tu familia o tu negocio estén siempre protegidos frente a este y otros delitos. 

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