Cuando ocurre un homicidio, la atención pública suele centrarse en los hechos más visibles: las sirenas, los cercos policiales, las notas de prensa. Sin embargo, hay una pieza clave en todo este proceso que pasa más desapercibida: el rol de la fiscalía.
Lejos de actuar como espectador, el fiscal es quien lidera desde las sombras, ordena, coordina y supervisa cada paso de la investigación penal. Sin su participación, ningún caso llegaría a juicio
En este artículo te explicamos, sin lenguaje técnico ni vueltas innecesarias, cómo actúa la fiscalía en un caso de homicidio en Chile y cuál es su papel en cada etapa, desde el minuto uno hasta el juicio
¿Qué es la fiscalía y cuál es su función principal en Chile?
En términos simples, la fiscalía es la institución encargada de investigar delitos y dirigir la acción penal pública. En Chile, este organismo se llama Ministerio Público, y no depende del Poder Judicial ni del Gobierno.
Los fiscales no juzgan ni arrestan. Lo que hacen es liderar la investigación: definen qué pruebas buscar, cómo obtenerlas y cuándo presentar una acusación. También protegen a las víctimas y testigos, y se aseguran de que todo el proceso cumpla con la ley.
Su función se vuelve especialmente importante cuando hay un homicidio, porque no solo se trata de buscar al culpable. Hay una familia esperando justicia, y una sociedad que necesita confiar en que los delitos más graves no quedarán impunes.
El rol del fiscal desde que se conoce el homicidio
Apenas se informa de una muerte sospechosa, se activa una cadena de acciones. Primero llega la policía. Luego, si hay indicios de delito, se avisa al fiscal de turno. En ese instante, la fiscalía toma el control de la investigación.
El fiscal puede ir al lugar del crimen o dirigir la investigación a distancia. Da las instrucciones, decide qué unidad policial queda a cargo y comienza a definir qué diligencias se deben realizar. No es un espectador: es quien da las órdenes.
Las primeras decisiones suelen incluir:
- Preservar la escena del crimen para evitar contaminación de pruebas.
- Instruir al Servicio Médico Legal para el levantamiento del cuerpo.
- Coordinar la toma de declaraciones a testigos inmediatos.
- Ordenar la búsqueda de grabaciones o evidencia digital.
Desde ese momento, cada paso de la investigación pasa por su aprobación.
Coordinación con la policía: cómo trabaja la fiscalía con las fuerzas de orden
La policía ejecuta. El fiscal dirige. Esa es la base del trabajo conjunto entre la fiscalía y las fuerzas policiales.
Dependiendo del caso, el fiscal decide si la investigación será liderada por:
- La Brigada de Homicidios de la PDI, en casos complejos.
- Labocar o el OS9 de Carabineros, cuando se requiere análisis técnico o táctico.
- Otras brigadas especializadas, si hay indicios de crimen organizado, drogas o violencia intrafamiliar.
- No es una relación vertical. Hay coordinación constante. Reuniones, llamadas, informes. Y si algo no avanza o se hace mal, el fiscal puede cambiar el rumbo.
Además, si necesita medidas intrusivas como interceptaciones telefónicas o allanamientos, debe pedir autorización a un juez, lo que suma otra capa de responsabilidad.
Recolección de pruebas: quién decide qué se investiga y cómo
Aunque la policía es la que se despliega en terreno, es el fiscal quien decide qué pruebas buscar y cómo.
En un caso de homicidio, esto puede incluir:
- Levantar huellas, rastros biológicos o restos de munición.
- Solicitar una autopsia detallada que indique la causa de muerte.
- Entrevistar testigos cercanos, incluso de manera reservada.
- Revisar cámaras de seguridad, llamadas o mensajes de la víctima.
- Pedir informes técnicos a peritos externos, si se necesita precisión.
El fiscal va armando el caso como un rompecabezas. Si una línea de investigación no lleva a ningún lado, cambia el enfoque. No se trata de acumular pruebas al azar, sino de construir una historia sólida que pueda presentarse ante un tribunal.
Formalización del imputado: qué implica y cómo se lleva a cabo
Cuando hay indicios suficientes, el fiscal solicita una audiencia ante el juez. Allí, informa que una persona está siendo investigada formalmente por su posible participación en el homicidio.
Este momento se llama formalización y no equivale a una condena. Es el punto en que el proceso se oficializa. A partir de aquí, el imputado queda notificado de los cargos, y se puede evaluar si corresponde imponerle alguna medida cautelar.
Por ejemplo:
- Prisión preventiva, si hay riesgo de fuga, de que cometa otro delito o de que destruya pruebas.
- Arresto domiciliario total o parcial.
- Prohibición de acercarse a ciertos lugares o personas.
Desde la formalización, el fiscal tiene plazos legales para decidir si acusa, si archiva o si pide una salida alternativa.
La fiscalía durante el juicio oral por homicidio
Si la investigación logra establecer con claridad lo ocurrido, el fiscal presenta la acusación y el caso se va a juicio. Esta es la etapa más visible, donde el tribunal evalúa las pruebas y decide si hay o no responsabilidad penal.
Durante el juicio:
- El fiscal expone los hechos tal como los reconstruyó durante la investigación.
- Presenta testigos, peritos y evidencia documental o audiovisual.
- Interroga y contra-interroga según lo permitan las reglas del proceso.
- Solicita una pena acorde al tipo de homicidio y las circunstancias del caso.
Ya no se investiga. En esta fase, el foco está en convencer al tribunal de que los hechos ocurrieron como dice la acusación y que el acusado es culpable más allá de toda duda razonable.
¿Qué pasa si no hay pruebas suficientes? La decisión de no perseverar
No todos los casos terminan en condena. Y no todos llegan siquiera a juicio. A veces, las pruebas no alcanzan. O no se logra identificar al responsable. En esos casos, el fiscal tiene que tomar una decisión difícil.
Las opciones son:
- Archivo provisional, si se espera que pueda aparecer nueva información más adelante.
- Decisión de no perseverar, si no hay forma de avanzar con lo que se tiene.
- Sobreseimiento definitivo, si se acredita que no hubo delito o que el imputado ha fallecido.
Aunque estas decisiones suelen generar frustración en las familias, el fiscal está obligado a actuar conforme a la ley. No puede acusar si no hay bases suficientes.
Apoyo a la familia de la víctima: atribuciones y limitaciones del fiscal
La fiscalía también tiene un rol con la familia de quien ha perdido la vida. No como abogado particular, pero sí como representante del interés público. En casos de homicidio, el contacto con los deudos es parte de la responsabilidad humana del fiscal.
Entre las acciones posibles están:
- Explicar el estado del caso y los pasos a seguir.
- Coordinar apoyo emocional a través de la Unidad de Atención a Víctimas.
- Asegurar medidas de protección si hay amenazas contra testigos.
- Mantenerlos informados de decisiones clave, como la formalización o el cierre de la causa.
No todos los fiscales manejan esto igual. Pero cada vez más se reconoce que la empatía también es parte del trabajo judicial.
¿Pasaste por una situación grave y no sabes qué hacer? Podemos ayudarte
Cuando una persona muere de forma violenta a causa de un homicidio, las emociones invaden todo. Miedo, rabia, confusión. Y es difícil tomar decisiones en ese contexto.
Saber cómo actúa la fiscalía, qué esperar del proceso y cómo moverse dentro del sistema penal puede darte algo muy necesario en esos momentos: claridad.
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